Yo siempre he tenido claro que quería ser madre o lo daba por hecho, que en algún momento de mi vida lo sería. Hasta hace aproximadamente un año consideraba que aun no era mi momento que mi instinto maternal aun no estaba en auge ¡qué inocente! creía que podría elegir el como y cuando sin imaginar si quiera que es lo que la vida me tenía preparado.
Como os cuento, hace unos doce meses después de llevar algunos casados y bastantes años juntos decidí ponernos a buscar, que ya había llegado el momento y digo decidí porque mi marido tenia ganas desde mucho tiempo atrás.
La verdad, es que desde que me convertí en tía, vi como nos cambiaba la vida a toda la familia. Como alegran mis sobris nuestros días, nuestras vidas,la energía que trasmiten, el cariño que dan etc me hicieron darme cuenta de que ya no quería esperar más.
Y fue así como nos pusimos a ello. El primer mes cuando después de un retraso cosa muy extraña en mi ya que tengo ciclos bastantes regulares y sentir en mi cuerpo todos los síntomas que puedas leer y que se relacionen con un embarazo, llegó lo que tenía que llegar pero solo que dos días más tarde. Lloré. Lloré desilusionada porque no había sido nada como esperaba y se me descuadraban las fechas. Ahora con la distancia de los meses que separan esa fecha del día de hoy, me siento ridícula, muy ridícula, por creer que sería llegar y besar el santo pero claro, a mi alrededor por lo menos eso me contaban, todas mi amistades y conocidas habían quedado embarazadas a la primera, a los dos meses y en el peor de los casos a los cuatro. Pero este no fue mi caso, la naturaleza no nos lo iba a poner tan fácil.
Así pasaron bastantes meses y por tanto bastantes ciclos. Sé no obstante, que tampoco son tantos pero a mi me los parecían tanto que me empecé a extrañar, a impacientar, algo me decía que algo no estaba bien,a pesar de que mi entorno quisiera consolarme diciéndome que era cuestión de probabilidades que tampoco era tan fácil, que al menos esperar un año, pero esto solo era aplicable para mi caso porque si miraba a mi alrededor más me machacaba pensando que si para esto tampoco me iba acompañar el azar.
Y llegó un día dije se acabó, el toro por los cuernos.Había llegado el momento de acudir al médico y que fuera él quien me dijera que no había de que preocuparse , de ser así seguiría buscando y esperando con mas calma y en el caso contrario afrontar el problema.
Resultado de esa visita y de muchas más que vinieron después fue que en mi caso todo estaba dentro de la normalidad pero en el caso de mi marido el diagnostico era Oligospermia Severa. Nunca olvidaré el día en que nos lo dijeron ni como, con la menor empatia que puede mostrar una persona. Después de pensar que pasaba algo raro pero por otro lado contar con que quizás no fuera nada, nos abrieron los ojos de la peor de las maneras: con este diagnostico un embarazo natural es imposible, bueno CASI, vais directos a FIV.
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