lunes, 31 de octubre de 2016

CON EL CORAZÓN PARTIÓ...

Como bien dice el titulo de esta entrada así es como tengo el corazón después de mi nuevo tratamiento fallido. Un tratamiento que iba aparentemente viento y popa lo que hizo que el batacazo fuera aun mayor.

Como veces anteriores como respondo muy lenta el tratamiento fue largo, más días de pinchazos para que los folículos alcanzaran el tamaño adecuado pero por el camino alguno se fue animando y lo que empezó por 7 acabó en 10 con lo cual  nosotros super contentos por ello.
Llegó el día de la punción, como era mi segunda, yo iba mucho más tranquila , como en todo,  la experiencia es un grado, ya sabía a lo que me exponía .  Me extrajeron 8 óvulos, ¡todo un logro!. 
Al día siguiente, esta vez algo más dolorida que la anterior, estuve toda la mañana esperando la llamada para ver cuantos habían fecundado, al tener mayor número estaba incluso más tranquila pensando que habría tenido mas éxito y que tendría mas oportunidades, pero que va!! Nada que ver con la realidad. Por fin sonó el teléfono. La voz no me resultaba conocida pero sabia que llamaban de la clínica y ahí estaba la persona que tenía el marrón de comunicarme la peor de las noticias. No habría transferencia pues no había nada que transferir. A partir de ahí, no logré contener las lagrimas ni concentrarme en las explicaciones que me estaban dando , que me importaba ya nada. No podía haber salido nada peor. Fue ahí cuando algo de mi se rompió por enésima vez. 

Esta entrada la estoy escribiendo unas semanas después cuando por fin he podido.  No es que ahora este de fabula , pero si que algo me he recompuesto. Yo soy fuerte y aunque no lo fuera, en esto no queda otra. O tirar la toalla cosa que no pienso hacer (al menos de momento) o seguir adelante sacando fuerzas de donde se pueda y es lo que estoy haciendo. 





Un abrazo a todas. 

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